Diseños industriales: la importancia de la forma

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Los diseños industriales son una modalidad registral de la Propiedad Industrial que sin duda representan un factor clave en el éxito de muchos productos en el mercado. Aunque un diseño industrial pueda tener características técnicas o funcionales, en lo que a legislación se refiere, los diseños industriales se refieren exclusivamente a la forma, a la estética, es decir: el aspecto exterior del producto, que es hace al producto atractivo y deseable para los consumidores.

Con esto ya se entiende el por qué es tan importante asegurar una adecuada protección de los diseños industriales: pues el asegurar un uso exclusivo del aspecto agradable de un objeto o producto es la clave muchas veces para su éxito. Los diseños ayudan por tanto a las empresas a diferenciar sus productos y marcar la diferencia con respecto a la competencia.

¿Que tipos de diseños industriales puedo registrar? En línea general, pueden ser:

  • De forma bidimensional (como por ejemplo las líneas, decoraciones o colores de un producto).
  • De forma tridimensional (es decir, la forma del producto).
  • Una combinación de una o más de estas características.

Para evitar la copia no autorizada o imitación del diseño por parte de terceros, todos los diseñadores, creativos y/o empresarios deberían seriamente tomar en consideración el registro de sus diseños. No vamos a entrar aquí en más detalles, pero es bueno saber que este tipo de registro suelen combinar bien con el registro de la marca: pues forman un mix de protección que puede ser decisivo y que además permite licenciar o vender la creación en cuestión como un todo.

¿Qué requisitos ha de cumplir los diseños industriales registrados? Principalmente a un diseño industrial se le exige:

  • Novedad mundial: el diseño es considerado novedoso si en el momento de la solicitud no existe ningún otro diseño idéntico publicado.

Cabe destacar que la protección de los diseños industriales es territorial, se limita a la región en el que ha sido registrado dicho diseño. El periodo de protección por lo tanto varía de país a país: por ejemplo, en EEUU la protección otorgada es válida por 14 años, mientras que en el caso concreto de España (y en la mayoría de los países de la UE) un diseño industrial registrado es válido por 25 años renovables por periodo quinquenales.

En conclusión, los diseños industriales son verdaderos bienes intangibles que aumentan considerablemente el valor de una empresa y de sus productos. En consecuencia es muy aconsejables confiar en profesionales que asesoren y gestionen la solicitud de registro, para que pueda preparar correctamente los planos y/o las figuras y mantener una atenta vigilancia del expediente.

¿Estás interesado en el registro de un diseño industrial?

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