Actitud Proactiva en materia de Propiedad Industrial al entrar al Mercado Chino

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El mercado chino representa un gran atractivo por sus 1.300 millones de consumidores potenciales y por el auge de su clase media.

Cada vez mas empresas buscan nuevos mercados en China y suelen empezar asistiendo a ferias comerciales e industriales para poder exponer sus productos y tecnologías como via de entrada a ese mercado.

Una buena preparación puede suponer un gran éxito comercial y los activos inmateriales de la empresa han de ser cuidados desde el primer momento de la estrategia comercial.

El registro de marcas, patentes y diseños es imprescindible para poder hacer valer sus derechos, puesto que los derechos no registrados no permiten defenderse según la ley china.

Por esta razón, es especialmente necesario adoptar una actitud proactiva antes de presentarse al mercado chino y tener en cuenta las siguientes pautas básicas:

  1. Solicitar la protección de su imagen corporativa (marcas, diseños, dominios) y su tecnología (patentes) desde el principio. Si ya tienen agentes comerciales locales, no les dejen registrar sus derechos en su lugar. La recuperación de esos derechos supone un gran esfuerzo en tiempo y dinero y un desgaste innecesario en la entrada al mercado chino.
  2. En esas mismas ferias, otros expositores y visitantes locales pueden ser futuros infractores de sus productos. Las ferias suelen tener un funcionario encargado de temas de propiedad industrial e intelectual por lo que es recomendable presentarse y comentarle de antemano la tecnología presentada y acudir a ellos rápidamente en cuando sucede algún acto de piratería.
  3. Además, aproveche la feria para recopilar información sobre posibles infractores (brochures, tarjetas de negocios, números de teléfono…) y tomar fotos que puedan ser elementos de prueba.

Recuerde que la propiedad industrial e intelectual es una parte fundamental para conservar su ventaja competitiva sobre sus competidores y un argumento fundamental en sus relaciones comerciales. Es por ello que la internacionalización de su negocio ha de acompañarse de una política activa de protección de sus activos inmateriales.

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