Protectia por el mundo: Finlandia
Antes de la llegada de la temporada de frío intenso, aprovechando las temperaturas frías pero agradables del otoño, he decidido hacer una escapada por la capital finlandesa: Helsinki.
La ciudad, en perfecto estilo nórdico, es un ejemplo de compostura y orden, donde el típico diseño minimalista se esposa perfectamente con los restos de una todavía muy presente estética rusa.
Disfrutando de un vigorizante aire bajo el cielo gris característico de esta época del año, se pueden apreciar los lugares más emblemáticos de la ciudad: la Catedral ortodoxa rusa, la hermosa Catedral de estilo neoclásico, vías llenas de todo tipo de cafés, el puerto y la Plaza del mercado donde lo mejor resulta ser el mercado antiguo ubicado en un bonito edifico histórico perfecto para recalentar y retomar energías saboreando una sopa de salmón.
En 2012 Helsinki ha sido Capital Mundial del Diseño y, de hecho, un aspecto perfectamente incorporado en la vida cotidiana finlandesa es sin duda el diseño, omnipresente en todos los sitios no solo en las boutiques exclusivas.
El diseño es una exportación cultural de alta calidad y representa una ventaja competitiva cada vez más importante para los productos y las empresas finlandesas que desean perfilarse internacionalmente.